La noticia ha sacudido el espacio virtual de internet, el
gigante de los servicios de almacenamiento de archivos online ha caído y
seguramente no será el primero.
Entre las opiniones de los usuarios, la más común ha sido la
de estar en contra; reprochando la acción de la administración pública a la
hora de cortar el asunto. Nadie podía pensar que esto iba a suceder, la
facilidad para distribuir archivos en los últimos años había aumentado, y el tráfico
de descargas de contenidos desde estos servidores supone una de las prácticas
más habituales de los internautas.
En este contexto de permisividad, nos habíamos acostumbrado
a descargar películas, música, software y demás archivos de nuestro interés;
teniendo como sitios habituales de los enlaces, la búsqueda directa en google o
en páginas como taringa, vagos y de películas online. Nadie se planteaba nada
más, simplemente pinchabas, bajabas y a disfrutar del contenido. Podríamos
estar hablando incluso de una revolución audiovisual, nunca tanta gente había visto
ni había escuchado tanto material. Este hecho se puede observar, en cualquier
conversación habitual, en donde se comenta la última serie de moda o alguna película
acabada de estrenar. Pero la pregunta que se plantea actualmente todo el mundo,
es si este cierre a las descargas va a suponer una correa a internet.
Para desgranar este asunto, tenemos que tener en cuenta que
los servidores online, como Megaupload, son empresas que se dedican a ganar
dinero dejando espacio virtual en sus servidores para que los usuarios suban
sus archivos. Las remuneraciones vienen dadas por dos flujos principales: el
primero mediante los anuncios publicitarios y patrocinadores; el segundo
mediante los pagos por cuenta Premium. Con este hecho objetivo, nos damos cuenta
que las páginas web no son ninguna casa de la caridad, sino más bien todo lo
contrario, se aprovechan de los contenidos realizados por terceros para ganar
dinero.
Los usuarios al hacer la acción de descargar son bombardeados
con banners de publicidad que les hacen aumentar los ingresos. También existen
programas de afiliación para que la gente suba los archivos y luego reparta el
link por diversas páginas web, reportándole parte de los beneficios obtenidos
por los servidores online.
Cualquier persona inconsciente de este hecho, podría dar su
opinión argumentando que nos están poniendo puertas a internet, pero
sinceramente y como opinión personal, me parece muy ilegitimo la forma de
funcionar de estos servidores, que se aprovechan del trabajo realizado por los creadores
de los contenidos ya sean musicales,
visuales o de programación, para sacar tajada.
Sin embargo, el asunto es defendido por muchos sectores,
como un ataque a la libre cultura. Efectivamente, se impide que la gente llegue
a tener esos contenidos, pero la cultura va más allá de ver cuatro películas americanas
y escuchar la música que nos tienen acostumbrados. El asunto trata, de que la
gente pueda crear y después divulgar su trabajo como cada uno quiera, sin que
hayan terceros que se aprovechen de él.