Hace tiempo escuche decir que se podía reparar una gráfica inyectándole calor, esto hacia que se semifundieran las conexiones del chip y de esta forma se podían volver a juntar, en el caso que estuvieran estropeadas.
Cuando una gráfica esta rota, como norma general, nos aparece la pantalla rallada con diferentes colores. Con mucha frecuencia esta rotura es debida a un exceso de calor prolongado que ha sufrido el hardware. Para hacer una reparación necesitaremos volver a proporcionarle calor al chip, de manera que se dilate, fundiéndose parcialmente y vuelva a recomponerse.
Un remedio casero que podemos utilizar, en el caso que nuestra gráfica ya no tenga solución, es el horno. En principio parece una idea un poco loca, pero realmente lo he probado y funciona.
Meteremos la tarjeta gráfica en el horno durante unos 25 minutos a 180ºC, dejar previamente que el horno se caliente durante unos 10 minutos aproximadamente para que este sistema sea más efectivo. Una vez esté bien horneada la gráfica, retirarla con cuidado y dejarla enfriarse durante una hora por lo menos. Luego la volvemos a colocar en el pc y observamos el resultado.
Según las pruebas que he realizado, la gráfica no volverá a tener la potencia que tenía anteriormente y tendremos que mejorar la refrigeración de nuestro pc para que no vuelva a recaer. Una buena forma es poniendo pasta termo-conductora en el núcleo del chip.
Este sistema tan casero ha sido probado tanto con gráfica de portátil como de equipo de sobremesa y funciona, coméntanos tus resultados.